Hace ya algún tiempo que observamos en nuestro trabajo que los niños/as de hoy han dado un cambio en su lenguaje. Con demasiada frecuencia les oímos decir palabras muy abstractas, palabras fantásticas; parecen manejar con soltura términos que corresponden más al mundo adulto y al mundo mágico que les brindan las nuevas tecnologías, donde se entremezclan los conceptos y significados no bien tratados y confusos, de culturas a veces lejanas.
Al mismo tiempo venimos observando la falta en el conocimiento y el vocabulario de lo más cercano, de lo más simple, de lo más concreto, de su mundo, de su entorno; observamos como no saben nombrar ni reconocer las verduras que se comen, las frutas, las tiendas dónde se compra, lo que nos da la tierra o el mar, los procesos para transformar el grano en pan, la leche en queso.
Hoy tenemos más nombres que nunca para designar abrigos, jerséis, chaquetas, camisetas, etc. El inglés ha irrumpido en nuestras vidas y nuestra cultura y encontramos que a los niños de hoy les cuesta nombrar sus propias prendas de la ropa.
Algunos/as saben muchas cosas del espacio y no conocen el nombre de sus calles, el barrio donde viven, no sitúan el día de su cumpleaños.
Nos hablan de poderes, de vidas, de energía, evoluciones, transformaciones y apenas se reconocen a sí mismos, les cuesta situarse en el tiempo y en el espacio, en la su edad que tienen, no quieren crecer.
Otros cuentan historias de monumentos y lugares que visitaron y apenas saben de su historia propia o de la historia de su familia.
Se crece de minuto en minuto, de hora en hora, de día en día, de semana en semana, de mes en mes, de año en año, de poco en poco. Hagamos igual para enseñarles el mundo, construyamos poco a poco los peldaños, en la casa, en la calle, cuando compramos, cuando paseamos. Cuando estamos con ellos nombremos les las cosas, como surgieron, de donde vienen.
Relatémosles su historia; la de los abuelos, la nuestra, la suya, cuáles fueron nuestros lugares y nuestras vidas.
Estemos con ellos, hablemos con ellos, no demos nada por sabido por nimio que nos parezca. Ellos han visto las cosas pero no siempre les hemos hecho saber cómo se llaman, qué son, para qué sirven…
Fdo.: LA DIRECTORA DEL CENTRO PILAR BENITO
El ÁGORA CENTRO DE DESARROLLO INFANTIL