Cada vez nos encontramos con más niños/as que temen y aborrecen las matemáticas. Dicen que no les gustan pero es que temen realmente a afrontarlas, representan para algunos un monstruo de muchas cabezas.
Cuando se enfrentan a ellas no pueden pararse a razonar, van rápidamente a encontrar el resultado sin querer pasar por el proceso de pensar, por eso se lanzan a decir hay que sumar, restar… hasta dar por casualidad o no con lo adecuado.
Observamos también que no tienen claro el concepto de número, lo que representa la posición de las cifras. Descomponen de memoria. Operan sin saber que hacen, todo es pura mecánica.
Muchos tienen dificultades para situarse temporalmente, llevar reloj, hacerse cargo de su tiempo. Con las monedas y el dinero no acaban de manejarse. Aclararse con las medidas de capacidad, masa, longitud les crea grandes dificultades.
En nuestro acompañamiento a que construyan las matemáticas de otra manera, a que capten los conceptos, etc. tratamos primero de que las vivan para que las entiendan así los enfrentamos a juntar, separar, vaciar, llenar, clasificar, agrupar, medir, contar, construir decenas, centenas y millares, etc. Una vez que hayan vivido los conceptos desde lo concreto, los hayan representado ya finalmente asociado al símbolo, después podrán operar sabiendo lo que hacen. Les introducimos también en la lógica, a transitar el camino del razonamiento por pasos, a dar la importancia que merece el proceso antes que llegar de inmediato al resultado.
Generalmente en el proceso de aprendizaje de la matemática se pasa demasiado pronto al símbolo, no se le deja al niño vivir lo concreto, como mucho se le muestran los conceptos representados en fichas o libros. Se le quitan los dedos para el contaje demasiado pronto. No se les acompaña en el proceso de pensar, la lógica está bastante ausente.
Es una fantasía pensar que el niño/a llegará más pronto a comprender, a razonar, que tiene un mayor nivel, etc. Porque pasemos antes al mundo de lo simbólico quitándole demasiado pronto el apoyo concreto. Más bien sucede todo lo contrario aprenden de forma mecánica y sin sentido. Esto les lleva más tarde a la abstracción y genera mayor dificultad para representar.
Para unas pocos privilegiados las matemáticas serán fáciles he importantes porque tienen la capacidad de captarlas sin influirles como fue su primer acercamiento a ellas. Para un gran número las matemáticas serán algo que no habrá más remedio que hacer hasta que se las puedan quitar de encima y dará igual que se entiendan o no, bastará con ir aprendiendo a aprobarlas. Finalmente, para otra minoría, las matemáticas serán una pesadilla que vivirán mal y si alguien no se las presenta de otra manera y les ayuda a manejarse mejor con ellas posiblemente las vivirán con gran temor.
Fdo.: LA DIRECTORA DEL CENTRO PILAR BENITO
CENTRO DE DESARROLLO INFANTIL